jueves, 13 de octubre de 2016

El amplio y peligroso mar de la realidad virtual



La realidad virtual es un fenómeno bastante innovador y nuevo, que forma solo una pequeña parte de la intrincada malla de herramientas y facilidades que existen hoy en dia que favorecen la comunicacion y la cultura, ademas de muchos otros aspectos. Pero para poder meternos de lleno en la realidad virtual y poder llegar a un debate sobre su funcionalidad, primero tenemos que definir la cultura digital... Así que, ¿Qué es la cultura digital?



Entendemos cultura digital como el conjunto de procesos socio-culturales derivados de un contexto emergente en el que las tecnologías digitales son centrales. La cultura digital da pie a “un conjunto de valores, prácticas y expectativas acerca de la manera en que las personas se comportan e interactúan en la sociedad red” (Deuze, 2006).  El proceso de culturalización digital se ha extendido a lo largo de muchos años, ya que, aunque parezca que toda la comunicación e información están en su momento de máximo esplendor, ha sido un largo camino el llegar hasta aquí. Desde las pinturas rupestres, pasando por la imprenta y el primer ordenador, nos encontramos en un momento en el que la comunicación y la tecnología parece que no tienen fin. Siempre sacan un modelo de móvil más actualizado, un aparato más innovador, algún sistema revolucionario... Y esto nos hace plantearnos, ¿Hasta dónde va a llegar?

Aquí entra en juego una de las últimas revoluciones del mundo de los videojuegos y del 3d: La realidad virtual. Para comenzar,¿Qué es la realidad virtual? Bueno, la realidad virtual se refiere a un entorno generado mediante tecnología informática, que crea en el usuario la sensación de estar inmerso en otra realidad diferente. Esto quiere decir, básicamente, que nos trasladamos a otra realidad que no es la nuestra, ya puede ser un océano, una montaña, el espacio... todo lo que puedas imaginar, con el factor de que no es real, pero el objetivo es obtener la mayor sensación de realismo posible. El problema es, que esta realidad, cada vez se hace más y más realista, y ha salido a tema de debate, ya que mucha gente opina que nos estamos sumergiendo demasiado en lo virtual. 

Aquí puedes ver de lo que sería una experiencia virtual (Sin el factor 4d, obviamente) de un viaje al centro de la tierra:



La realidad virtual es una moneda con dos caras. En una de las caras, tenemos la amplia gama de factores positivos que tiene la realidad virtual. El más destacable, evidentemente, es la inmersión en otros mundos que te puede facilitar. Gracias a la realidad virtual nos podemos sumergir en un océano, en un barco hundido, en una jungla, en una montaña rusa, en cualquier cosa que se nos ocurra. Podemos acercarnos a experimentar sensaciones y experiencias que jamás habríamos imaginado vivir, pero con el "pequeño" detalle de que esto no es real. Se podría mirar desde un punto más positivo diciendo que bueno, al menos podemos acercarnos lo máximo posible a esa experiencia, pero el contra-argumento sería.. "¿De qué vale acercarse lo máximo posible, si no deja de ser una ilusión?" Aquí obviamos los daños visuales que pueden producir las gafas de realidad virtual, los cuales se pueden leer con más detenimiento aquí

La realidad virtual no deja de ser eso, una fantasía, una ilusión, una cortina de humo que intenta acercarse a la realidad lo máximo posible, pero a la vez nos aleja a nosotros de ella. ¿Existe la remota posibilidad de que nos sumerjamos tanto en la realidad virtual que podamos olvidarnos de la realidad real? Cada vez más jugadores aficionados se atrincheran en sus casas experimentando la realidad virtual en lugar de salir al mar, por ejemplo, y sumergirse en un verdadero océano. Es cierto que hay cosas que no se pueden experimentar en la realidad, porque son lógicamente imposibles, pero mi punto es que, aunque poseamos los medios para evadirnos en una realidad alternativa, no nos olvidemos de que existe nuestra propia realidad, a la que pertenecemos.


En conclusión, las nuevas tecnologías que se actualizan continuamente en nuestros alrededores tienen lados positivos, y evidentemente cada vez son más realistas, más inmersivas, más detalladas y futuristas, pero debemos saber equilibrar esto con nuestra propia realidad. Si nos sumergimos tan profundamente en una realidad alternativa, corremos el riesgo de olvidarnos de que existe una realidad distinta que es la verdadera, con sus propias experiencias y vivencias, y no podemos evadirnos de tal modo que nos olvidemos de ellas. 

¿Qué opináis vosotros? ¿Creéis que la realidad virtual es excesiva, o por el contrario que es un avance importante y necesario?